Restaurante Mexico D.F.

 

En sus espacios abiertos, el viento nos acaricia danzando con el suave movimiento de los árboles y un aroma agradable a flores y peral .

El sonido inigualable del agua que corre por acueducto y cascada, así como la que baila divertida en sus fuentes, es el símbolo de la vida que corre por sus venas para contagiarnos de emotivos momentos que se han quedado en cada rincón de la Villa hermoseando el lugar.